La Toscana es un paisaje rural único. Es una espectacular región de Italia que embelesa y que, como alguien dijera una vez, te arranca esa frase que ha recorrido medio mundo: ¡Madre mía, que cosa tan bonita!
Cuando te adentras en ella tienes que admitir que esa realidad matizada de colinas, viñedos y cipreses por todos lados, hechiza a cualquier viajero. Tomarla como referente es igual a decir que caminas por la ruta de la Italia más poética.
Es la tierra que habitaron los etruscos y su nombre deriva de cómo los griegos y latinos nombraban a la región donde ellos se asentaron. Pero tiene una colección de pueblos, con sabor a vino, en los que te quedarías de manera indefinida.
Allí surgió el Renacimiento, con Florencia como máximo exponente, pero desde ella hasta Siena, atravesando el valle de Chianti, hay muchas ciudades medievales, que rebosan arte y definen la belleza del destino.
En la Toscana está la mejor panorámica de Italia. Paisaje, arte y arquitectura se funden allí para hacer de esta región una fuente de inspiración.
Está Lucca, la pequeña y bonita ciudad, con sus murallas del siglo XVI, sus torres y campanarios.
Luego Pisa, con esa blancura que impresiona y su torre inclinada, que es todo un ícono y continúa asombrando al mundo.
El conjunto de Pisa se ubica en la Piazza dei Miracoli y es uno de los monumentos más visitados de Italia.
Se dice que su inclinación -de unos cuatro grados- y motivo por el cual es relevante, data de su construcción en el año 1173, derivado de la arcilla del suelo y la poca profundidad de los cimientos.
La torre mide 55 metros, tiene ocho pisos y el campanario. Tomó casi 200 años construirla y luego otros 20 años estabilizarla y evitar su caída. Pero, lo cierto es que la novedad de su inclinación sigue siendo la mejor foto de Pisa.
Ella figura junto a la catedral, con su impoluta fachada; el baptistero, con su pila bautismal octogonal, como lo más esencial de una de las ciudades más antiguas del país y la cual puede recorrerse en un día.
Mención especial merece la región vinícola de Chianti. Llegar allí es entrar al corazón de la Toscana, a su verdadera campiña. Recorrer su valle y acercarse a sus viñedos es obligatorio, pero degustar su vino es imperdible.
El viaje de aquel día contempló acercarnos al proceso productivo de ese rincón vinícola del que se saca un vino de excelencia y que se divide de acuerdo con la calidad de la uva de cada una de sus zonas.
La región de la Toscana es muy diversa. Hay pueblitos de encanto como Montepulciano y Montalcino, con sus vinos deliciosos y de los mejores de Italia; Monteriggioni, con sus murallas medievales y Pitigliano, con sus callejones y pintorescas casas de roca.
También San Gimignano, la ciudadela mejor conservada de la región y considerada una de las más bonitas de la Toscana.
Su esencia se concentra dentro de un ambiente amurallado del siglo XIII que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.
Está ubicada sobre unas colinas y tiene un horizonte con torres medievales y una arquitectura, que la hacen destacar como uno de los muchos puntos de interés en esta zona italiana.
En la época medieval, las familias adineradas competían entre sí por la erección de torres más altas.
Desde San Gimignano se puede ver el horizonte a varios kilómetros de distancia y luego que lo recorres con calma, terminas por saborear el placer de sus helados.
La jornada terminó con Sienna, de una estructura medieval en la que destaca el color rojizo de sus tejados y que ha permanecido durante siglos alrededor de la Plaza del Campo.
Además de concentrar los edificios desde donde se rigen los poderes de la ciudad, en la plaza con forma de abanico se celebra dos veces en el año la famosa carrera de caballos, representativa de los 17 distritos de Siena.
La ciudad forma parte del patrimonio de la UNESCO y rivalizó con Florencia en materia de planeamiento urbanístico, conservando a lo largo de los siglos su apariencia gótica, adquirida entre los siglos XII y XV.
Su catedral tiene ese estilo. La logia de la Mercancía también resume parte del gótico. Muchos artistas tuvieron oportunidad de expresar su arte en ella.
Gran parte de la ciudad es peatonal y sus calles empedradas permiten que pueda ser recorrida en un día.
Cuando dejas atrás esas tierras, sientes que ha valido la pena acercarse, porque los paisajes son reveladores y las ciudades llenas de encanto.
La ruta es inspiradora y no creo que puedas prescindir de ella en un acercamiento a ese país. Vale mucho la pena integrarla, pero en un recorrido calmo sin prisas, sin gente, sin guías apresurando el tiempo. Totalmente a tu aire.
Gracias por ayudarnos a conocer esta belleza de tierra con una naturaleza insuperable, y un patrimonio cultural de arte mayor en todas sus manifestaciones .Muy descriptivo y siempre motivador tu escrito .
Que hermosa Italia !!. Es de esos países que hay que repetir viaje para conocer todo ..Que descripción más linda la Toscana ..son lugares que la mano del hombre no ha podido modificar.. así que lo hace más maravilloso todavía . Gracias Sissita por compartirnos estas bellezas .