Permití que Jared abriera mis registros akáshicos una mañana apacible, tumbada sobre la hierba, con la vista del mar en perspectiva y una brisa agradable que favorecía que el humo del copal hiciera la magia.
Con la mente abierta, los sentidos alerta y esa pasión por entender que es inherente a mí, escuché de dónde venía mi alma, de qué manera se conectaba mi realidad con la de vidas pasadas y de donde nacía esa pasión por los viajes, el mundo y la escritura.
Di por sentado que las palabras que salieron de aquella sesión guiada me harían juntar las hebras que me faltaban para comprender la madeja de mi existencia. Centrada en saber sobre mi misión de vida, sería una herramienta más en el camino del autoconocimiento.
El acceso a los archivos guardados en la memoria del alma es una terapia alternativa practicada en las culturas orientales.
La palabra viene del sánscrito y es una puerta de entrada a nuestra interioridad, una forma diferente para saber más sobre uno mismo.
Yo sentía curiosidad por lo que estaba alojado en ese espacio energético, sin medidas de tiempo, y tengo que decir que aquella joven que yo veía por vez primera verbalizó lo que había ahí y las piezas fueron encajando hasta hacerme entender.
Valoré cada minuto de aquel encuentro, cada palabra que fue dicha aquel día porque de otra manera me hubiese costado desentrañar la información guardada en mi registro.
Ahí estaba archivado todo lo que vivió mi alma en diferentes reencarnaciones, todo lo que la había afectado de un modo u otro.
Y eso me producía una curiosidad desbordante. Parte de abrir los registros obedece a la creencia de que la esencia individual de las personas (alma o espíritu) empieza una nueva vida en un cuerpo o forma física diferente después de la muerte biológica.
Con el fin de aprender en diversas vidas las lecciones que proporciona la existencia para evolucionar, el alma viaja, según la creencia de varias culturas, y parte de esa sesión guiada es que te respondan sobre tu misión de vida.
Pero eso, según Jared, yo lo tenía muy claro y mi propia energía y el camino espiritual me habían llevado allí.
Supe que el aire era perfecto para lo que estábamos haciendo ese día, porque permitía la fluidez. Incluso, más que el agua, pues el viento jamás se enturbia.
Lo que ella percibía y que el clima le confirmaba era que mis ideas eran claras, que la mente estaba limpia, despejada, y que esa era mi manifestación.
Habló del poder de entrar a una encarnación sabiendo lo que sucederá, los retos que tendrás, las alegrías y tristezas por las que pasarás.
Era mi libro de vida y cada uno tenía el poder de escribirlo, planearlo y escoger quienes le acompañarán durante la experiencia.
También de que el alma se va definiendo con las experiencias vividas y las encarnaciones que hayan tenido lugar.
Aquello era nuevo para mí. Eran temas sobre los que no comprendía mucho, pero explorar lo novedoso y lo que existe más allá de los límites, siempre me había supuesto una enorme inquietud en la vida.
Dijo que tenía la capacidad de tocar a muchas personas a través del conocimiento. Que el camino escogido era el del espíritu y que aunque no fuera tangible para mí, ni lo pudiera ver físicamente, el crece y se eleva con las acciones y con el saber.
Habló de familias álmicas, de estrellas, de constelaciones, de seres que han estado en la Tierra enseñando e interactuando con civilizaciones en Egipto, Mesopotamia, Mesoamérica, Sudamérica, Atlántida.
De acuerdo con su mensaje, mi mente, alma y esencia recuerdan muchas cosas, porque en vidas anteriores estuvieron en lugares que eran plataformas de aterrizaje para muchas razas interestelares.
Mencionó a Nazca, una zona que deja ver trazos y constelaciones de animales que no se pueden explicar en la actualidad, pero que indican mapas para entrar y salir por vórtices de energía que se encuentran exactamente en esa zona de Perú.
Argumentó que si podía entender más allá de lo evidente era porque había entrado a este planeta para enseñar cómo ser, una especie de guía o maestro para impartir lecciones de vida.
En aquella canalización que tardó unas tres horas mencionó que era un fractal de la fuente creadora y que mi misión más importante era yo misma.
Que venía de una raza de exploradores, cuya misión era la de acumular información acerca de la civilización.
La pasión por entender nacía de ese registro. Que no es posible entender algo si solo se observa desde fuera.
Que estar presente para ver y evidenciar lo que sucede estaba en el pasado de mi alma, como lo hace el reportero en el punto exacto de la guerra.
Explicó que mi modo de entender era diferente, que alimentar la curiosidad era vital y que si algo me definía era la capacidad de aprender e integrar las cosas, el hambre por el conocimiento. Mi misión de vida iba de la mano con todo eso.
Habló de guardiana, de búsqueda de información, de documentar para poder guiar e influenciar a otros. “Inspiras y enseñas a otros como ser. Tu misión de vida está al servicio de enseñar. Viajar y escribir forman parte de eso”.
El viajar te trae los conocimientos necesarios y transmitirlos a otros es parte de tu misión de alma, agregó.
Dijo que todo está completamente alineado, porque “cuando escribes lo entiendes, lo integras y puedes enseñarlo.
Has sido parte de una raza que pasa mucho tiempo investigando, conociendo, viajando y nutriéndose de información para documentar”.
Tu misión eres tú misma y tienes la capacidad de integrar todo lo que te llega para que otros aprendan de ti. Eso es lo que has entrado a ser a este plan, aseveró.
“Entre más claro tienes todo y más feliz eres, más fluye la vida, más cosas se te dan para ser feliz y también para contribuir a la felicidad de los que te rodean”.
Cuando terminó, vi en todo lo que dijo la manifestación del mapa de mis sueños, porque tenía claro que mi alma necesitaba un canal de expresión en todo momento.
Ella tenía razón. Fui allí para obtener una respuesta que muy dentro ya yo sabía. Y aunque estuviera destinada a vivir muchas vidas, lo que dijo Jared me confirmó eso que escuché de alguien sabio una vez.
Cuando pones la guía y la inteligencia divina como tu fundación, finalmente tendrás una estrella en el cielo que te guiará. No he dejado de mirar esa luz desde entonces.
Magnífica la narración sobre tu experiencia con este milenario tema casi desconocido para mí. Muy coincidente con la realidad lo q escuchastes sobre tu bonita misión de vida . Seguro q la luz d tu estrella te seguirá guiando en tu vida y en cada viaje para q siempre sigamos aprendiendo de ti.
Excelente e interesante trabajo, tanto que me ha despertado la curiosidad sobre un tema del cual desconocia.... y ya quiero "abrir mis registros akashicos" para saber un poco de donde vengo, y de ese espiritu que llevo en mi alma.
Sin dudas srta. Sissi, los escritos sobre tus viajes y vivencias han constituido para mi una fuente de conocimiento en su más amplio esplendor, de ellos he conocido cosas inimaginables del mundo y este trabajo no deja de ser algo verdaderamente increible... FELICIDADES Y GRACIAS.