Lo llaman el castillo del lago Ness, porque sus aguas lo bañan y lo hacen parecer parte de sus leyendas, pero lo cierto es que Urquhart es de las fortalezas en ruinas más icónicas y famosas de toda Escocia.
Acercarse a ella y quedarse contemplando la quietud de las aguas es un atractivo de las Tierras Altas desde que la magia de poetas y pintores de la época victoriana la convirtieran en un lugar bucólico.
La fortaleza recuerda el pasado guerrero del país, las batallas por la soberanía contra los ingleses y hasta los disturbios entre los propios clanes. Como todo aquí, sus piedras, fueron testigo silente de siglos de guerras y asaltos.
En su tiempo fueron baluartes y hoy forman parte de un paisaje local, salpicado de fiordos y lagos.
Por eso Escocia es un reino soñado. Es de los más selectos destinos europeos, porque su paisaje es impresionante.
Sus poco más de tres mil castillos y otras tantas ruinas de fuertes medievales engarzan con los más de 30 mil lagos que adornan su geografía. Ello siempre hará que las páginas que se escriban lleven un valor escénico increíble.
Desde Urquhart reparas en las sombrías y a la vez hermosas tierras del norte, delimitadas del resto por una grieta geológica que divide el país de costa a costa y es responsable de ese paisaje de valles, montañas escarpadas y oscuros lagos bordeando fortalezas y ruinas.
También puedes bajar hasta el profundo y extenso lago, el más conocido de Escocia, gracias a las historias de Nessie, su famoso habitante y uno de los monstruos que más ha dado que hablar en el mundo.
La legendaria visión acerca de la rara criatura que permanece escondida en los Ness y otras historias de caballos salvajes llamados kelpies que pueden cambiar de forma y vigilan el lago, envuelven de magia y misterio a las higlands.
Fuertemente influenciadas por la cultura celta, en estas tierras se desarrollaron costumbres diferentes a las que pueblan los habitantes del sur. Por eso las leyendas de las hadas y los kelpies funcionan aquí.
Según ellos, esos caballos malvados con más fuerza que uno normal segregaban una especie de resina en su lomo que terminaba por pegar las piernas de los humanos que lo montaban, hasta conseguir hundirlos en el lago y engullirlos enteros.
Las grandes cantidades de turba en los terrenos lacustres y la poca visibilidad en estas zonas han dado pie a muchas leyendas en la zona, donde el idioma gaélico, también de origen celta, ha influenciado fuertemente el inglés hablado hoy en la región.
Con todo eso en mi mente, el espectáculo que ofrece Urquhart se abrió ante mí aquella mañana de forma mágica después de escuchar una explicación detallada de los orígenes de la fortaleza. Las cortinas se corrieron en el recinto dejando al descubierto aquella visión desde lo alto, un detalle sugerente y revelador de la visita al lugar que me dejó impactada y me hace dedicarle esta semblanza.
Se dice que las ruinas de este castillo datan del siglo XVI, derivado de un incendio para evitar que cayera en manos jacobitas. Pero también se argumenta que en el lugar hubo una fortificación mucho más antigua que habla de los orígenes de Escocia.
Hay razones para pensar que Urquhart pudiera haber sido un fuerte picto y hasta la morada donde el rey de Pictavia recibió a San Columba en el siglo VI, cuando este misionero se encargaba de cristianizar estas tierras.
A raíz de algunos descubrimientos arqueológicos en el sitio, se ha confirmado que la ocupación del peñasco suroeste data del período comprendido entre los siglos V y XI.
Su nombre procede de Airdchartdan, un término del siglo VII, mitad gaélico y mitad britano que significa promontorio empalizado y confirma un pasado de cristianización y de asentamientos tribales como los pictos, llamados así por su tendencia a pintarse el rostro.
La fortaleza aparece documentada hasta la Edad Media, justo en el siglo XIII, cuando fue escenario de luchas entre clanes para poseerla y posteriores enfrentamientos entre escoceses e ingleses, el último de los cuales originó su ruina.
En su historia aparece ligada la de Robert The Bruce, un personaje legendario defensor de la causa escocesa, que se le recuerda en este país como uno de los grandes íconos junto a William Wallace y que convirtió en 1307 a Urquhart en un castillo real.
Después de una historia de saqueos, abandono y destrucción, las hermosas ruinas que vemos hoy quedaron como vestigios de un pasado de lucha encarnizada.
El castillo del lago Ness conserva un encanto especial a pesar de que solo quedan algunas piedras en pie. Él, es junto a Dunnottar y Eilean Donan, a los que también tuve el honor de llegar, ejemplos de fortalezas de las que siempre habrá que hablar.
Construidas en impresionantes emplazamientos, tanto la primera como la segunda, ejercieron un importante papel en la historia, toda vez que fueron escenario de acontecimientos dramáticos, ligados a personajes libertarios de la historia escocesa.
Se dice que el emplazamiento de Dunnottar, de profundos barrancos y prácticamente inexpugnable, fue el sitio donde Wallace quemó la capilla con una guarnición de soldados en su interior y además el escogido para guardar las joyas de la corona escocesa.
Todos fueron fuertes medievales que se alzaron en los llamados siglos oscuros. El primero envuelto por la leyenda del lago Ness, el segundo elevado en la cumbre de un acantilado y bañado por las embravecidas aguas del mar del Norte y el tercero, en la intersección de tres lagos para hacer frente a las expediciones nórdicas.
Y aunque por todos pasaron pictos y vikingos, muy poco aparece en los registros sobre esos tiempos. Lo que si nadie pone en duda hoy es que, a pesar de sus ruinas, son de los rincones más lindos de Escocia y vitales para entender la nación.
No dejas de sorprendernos con tus bonitas e intensas vivencias por el mundo y siempre q se traten d la impresionante Escosia ,tus letras hacen la magia de sentirnos como observadores presentes de tanta belleza natural e historia .
Sin palabras mi amiga hermoso mágico estos lugares tan hermosos que nos compartes gracias
Mi sisi como siempre es tan hermoso todo lo que escribes y con esos paisaje de castillos y todo lo que now enseñas siemplemente hermoso