Turquía es el primer lugar asiático que conocí en mi vida y sobre el cual había leído por esa danza auténtica, que busca un estado de hipnotismo y habla de la comunión del hombre con Dios.
Los que la ejecutan se les conoce como derviches giradores. Son unos místicos danzantes, hombres con faldas redondas, gorros altos y túnicas blancas que giran sobre sí mismos durante un espectáculo impresionante, que no dejas de ver cuando te acercas a ese país.
Acompañado por música de flauta, tambores y otros instrumentos, el movimiento representa un viaje místico de desarrollo espiritual y es ejecutado con los brazos extendidos, simbolizando la ascensión hacia la verdad y la perfección.
El girador es una especie de mediador entre el cielo y la tierra, representativos de la pureza y la muerte del ego. El ritual consta de siete actos, que acaban por empujar al danzante a una especie de trance.
Su principal inspiración nace de los fundamentos de una orden especial, llamada sufismo, fundada por un poeta persa del siglo XIII y de la cual forman parte los derviches.
Jalal al Din Muhammad Rumí, considerado el supremo, el mevlana, como dirían en turco, fue un erudito religioso que dedicó su vida a escribir y enseñar filosofía.
Los de este país adoran las enseñanzas y la poesía de este sufí, que vivió tres cuartos de vida en Turquía y cuyos restos están en Konya señalados con dos gorros como simbolismo de su grandeza.
La orden de los derviches giróvagos fue fundada tras su muerte por los discípulos del gran maestro y esa danza tan peculiar que es presentada a todos los visitantes es la forma de recibir los espíritus.
Ellos siguen una corriente espiritual mística surgida en Persia en la que sus miembros mantienen una actitud ascética, indiferente hacia los bienes materiales.
Para los seguidores de Rumí, quien quiera aprender la magia debe comenzar mirando a su alrededor, porque todo lo que Dios quiso decirle al ser humano lo colocó frente a él. Para ellos el poder está en todas las pequeñas cosas que forman parte del camino de un hombre.
La danza tiene poder. Es movimiento y armonía. No se trata solo de repetir ciertos movimientos, sino, como algunos alegan, conversar con alguien más grande y más poderoso que todo y que todos; es usar un lenguaje que está más allá del egoísmo y del miedo.
Tal y como esta semblanza reproduce, Turquía es muy vasta, es de esos destinos que te lleva a ver posibilidades en todo, a mezclar pasajes leídos con realidades, lo cual es todo un ejercicio mental.
Además del simbolismo de esta ceremonia, considerada un auténtico viaje a través de la mente, la vida en el punto medio del Planeta tiene muchos colores y esos te arrancan una gama de emociones, las cuales fui descubriendo con todos mis sentidos alerta.
Sus recetas culinarias han dado lugar a una de las cocinas más originales, cuyos ingredientes se cultivan en el país desde hace siglos.
El café y el té tienen una preparación especial y forman parte del rito hospitalario turco, en tanto el primero se extendió a toda Europa a través de Estambul en el siglo XVI.
Su gente es cautivante y misteriosa. Todavía recuerdo la pasión desmedida que llevó a Desideria Oliván a abandonar su vida para seguir a Yamán por los laberintos del bazar, porque aquella mirada turca ejercía sobre ella una dominación que resultó ser terrible.
El apuesto guía turístico desató en la joven una pasión amorosa irresistible en la novela de Antonio Gala.
Algo de esa fuerza y magnetismo, que yo leí hace muchos años en La Pasión turca y que tal vez tenga que ver con la magia de las especias, puede ser esencial para entender el mundo oriental y las raíces de una tierra histórica y milenaria.
Que buena la historia de la danza, siempre me llamó la atención los bailes tradicionales y las danzas típicas que hacen en sus celebraciones, en la que participan fundamentalmente los hombres, ahora ya conozco su origen.
Sissita tengo problemas con mi correo, te envio el texto en el de mami.
Sissita, hay en las costumbres de Turquía un interesante y profundo arraigo milenario, sobre la espiritualidad, no conocíamos, esas
Narrativas tan interesantes y poco divulgadas,. De verdad está muy bien explicado casi lo vivimos.
Sissita sabes que me encanta cómo describes los lugares tan interesantes que has visitado pero Turquía me encanta por sus tradiciones, su historia y también porque para mí sus novelas son las mejores. Jaja
Mi sissi es tan interensante todo lo que nos haces saber, turquia precioso y lleno de cultura gracias
Todo lo que se refiere a Turquia es interesante, es tan amplia su historia q la convierte en una verdadera joya mundial ,un país con mucha diversidad cultural y tradiciones dignas de conocer ,como esta experiencia que cuentas de sus tradicionales bailes llenos de una gran carga espiritual ; brillante descripción y una excelente información q nos haces llegar .