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Foto del escritorSissi Arencibia

El descanso del guerrero: una aventura solitaria y silenciosa.


Hay un momento en la vida en que el guerrero tiene que dejar la espada. Y al deponerla, se aparta de la primera línea y permite que otros ocupen su lugar.


Al separarse toma un descanso necesario para recobrar las fuerzas, recuperarse y reflexionar sobre el camino.


En la antigüedad, los guerreros luchaban por la conquista y el dominio de las tierras. En la actualidad, lo hacen para cambiar sus circunstancias.


En la batalla de la vida, el descanso del guerrero suele ser ese período de tregua, ese tiempo que te permites para dejar algo atrás, para salir de una situación que te agobia, renovar tu mundo y emprender un nuevo ciclo.


Así como la vida tiene sus declives, al pasar de los años aprendes que en algún momento experimentas sucesos que nos hacen caer, pero curar esas heridas es uno de los más grandes y valiosos retos que vale la pena enfrentar.


De un modo u otro, todos entramos en alguna etapa de nuestras vidas en eso que llaman “la noche oscura del alma” para sanar heridas, lidiar con los miedos, y con lo que no queremos ver de nosotros mismos.


Cuando me tocó, sentí que cargaba el peso del mundo en mis hombros y me daba pánico sentir que el suelo se movía bajo mis pies. No era consciente entonces que me llevaría un largo período aprender a tratar con los desafíos del momento.


Las sacudidas son experiencias que nos obligan a seguir adelante en busca de un nuevo eje de gravedad y cuando la vida te hace chocar con ellas, entonces –si así lo quieres- te das permiso para cambiar la postura y enfrentarlas.


En principio, te alejas de quienes te hacen daño para sanar, pero luego terminas por hacerte responsable de lo que te toca y hasta acabas reconociendo que tu lucha interna puede producir tu mayor fortaleza.

Y esa es la habilidad del guerrero del presente. Cuando depone la espada, es porque necesita asimilar la forma de mantenerse en pie ante los momentos difíciles y comprender los significados que están detrás de los obstáculos del camino.


Cuando se retira momentáneamente de la batalla es para superar un momento de quiebre, para aprender a ver en los retos aquello que marca la diferencia entre triunfar y quedarse atascado, para ser genuino y evolucionar.


La del guerrero es una aventura solitaria y silenciosa. Es un trabajo del espíritu. Es una inmersión hacia dentro para sacarse una espina dolorosa que tiene muchos nombres, para aplacar estados de ánimo muy pesados.


Porque esa carga de pólvora le impide remontar vuelo y despegar.


Algunos quieren saltarse el proceso, porque no consiguen entender la situación, pero para quienes se atreven a pasar de un estado a otro y dar ese salto de fe, siempre existirá una nueva oportunidad para crecer.


Cuando miramos el mundo vemos mucha gente perdida, incapaces de encontrarse dentro y por eso se pierden fuera. Son los que dejan hablar al ego ruidoso y altanero, y no prestan atención a lo que susurra el alma.



Cuando contactas de manera consciente con tu ser elevado, con esa partícula de Dios que el guerrero y todos tenemos dentro, entonces puedes entender que lo que más sentido tiene es lo que sale del corazón.


Él no te grita, él solo envía sensaciones y ondas para que entiendas que la vida es un proceso y a pesar de sus dificultades vale la pena vivirla.


En esa pausa estratégica el guerrero termina por comprender el poder de un buen pensamiento, eligiendo la forma más sanadora de invertir su energía. Termina tomando control de lo que puede controlar y liberando aquello que no puede, dejándolo fluir.


El detenerse fuera del campo de batalla le permite reinventarse, estar listo para tomar acción, empezar a moverse de otro modo con la energía del infinito, y enfocarse en algo más espiritual y avanzado.


Y es entonces, cuando esa criatura, a quien –tal vez- le espera un destino importante y recorrerá muchos kilómetros para alcanzarlo, estará lista para marchar nuevamente a la batalla.


Sabiendo que la historia pasada no es su responsabilidad, pero sí es parte de su vida cambiar el rumbo de su presente. El que haya o no un nuevo comenzar aguardando dependerá de la forma de manejar sus circunstancias.


El guerrero siempre sabrá que todo aquello que lo libere y le ayude a trascender su pasado es evolución. Porque en ese acto de quietud mental, de reconexión, de silencio interior, podrá hurgar para encontrar respuestas.


Y esas respuestas, que siempre estuvieron ahí, muy dentro de cada uno, le permitirán salir a reconquistar su reino, le harán avanzar para afrontar su destino o ese proyecto mayor que tiene Dios para cada uno.


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4 Comments


Estrella Hernandez
Estrella Hernandez
Mar 10, 2023

Una gran reflexión escrita por una guerrera d estos tiempos q siempre avanzará mirando al futuro .

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aidafuentes1942
aidafuentes1942
Mar 03, 2023

Sissita qué hermoso escrito lleno de sabiduría. Creo que en particular todos pasamos de una forma o de otra en la vida por la noche oscura del alma. Lo importante es saber salir y reinventarse de nuevo. Lindas fotos!!!!🙏😘❤️

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lesdysv
lesdysv
Mar 03, 2023

Mi sisi es tan bonito esto que escribiste y con palabras muy sabias , y me encanta todo lo que escribes gracias

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Joaquin Uscanga
Joaquin Uscanga
Mar 03, 2023

Cómo siempre mi sisi ilustrativo e interesante que hermoso Gracias 🙏 muchas gracias por esto que compartes con nosotros

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