Mis viajes por el mundo me enseñaron lo que es tener sed de lo Infinito y también lo simple que es saciar esa sed. Ni siquiera necesitas de un lugar especial, más allá del corazón. Solo requieres entender la magia.
Es algo así como alinear el pensamiento con la emoción. Entender la necesidad de ver cosas que nunca viste, prestar atención a cosas simples, o que el alma y el cuerpo se sumerjan en ríos que desconoces.
Es encontrar una ventana para tu propio mundo y para esa inmensa curiosidad que te impulsa hacia delante. Es como si todo estuviera pensado para armonizar con la extraordinaria fuerza de tu voluntad.
Dicen que para quienes intentan sobrepasar los umbrales, las puertas siempre están abiertas. Basta con solo girar la manija.
Es la batalla para ser uno mismo, para llevar a cabo tu propio destino de una forma original, diferente, con un estilo muy tuyo y con un sentido de identidad, que no niegue las raíces, pero que tampoco se funda con el destino del linaje.
Es, creo yo, marcar un paso más en la evolución. Marchar en busca de aquello que quieres y no conformarte con una vida calmada y tranquila, mirando cosas construidas por el mismo arquitecto.
Los héroes de mis libros seguían sus sueños, iban a lugares increíbles, pasaban por momentos difíciles y volvían victoriosos contando sus historias. Yo quería aprovechar la única oportunidad de poder ser la heroína de mi cuento.
Desde temprana edad sabía eso. Estimulé de mil formas distintas esos sueños infantiles de andar por los mares del mundo, con un catalejo y una brújula, porque el océano representaba todo tipo de apertura e influencias.
Mi maleta siempre estaba lista para nuevos viajes. Quería andar en un barco por el Amazonas, recorrer la ruta inca hasta Machu Picchu, descubrir los secretos del pueblo celta, caminar sobre la Gran Muralla China, montar un elefante en la India y entrar en las pirámides de Egipto.
Tenía el mar en mi vista y el infinito en mi cabeza. Intuía que mi destino estaba fuera del lugar donde vivía. Y esa comprensión instintiva resultó una bendición. Me llevó a mantenerme siempre físicamente activa y mentalmente interesada.
Con el tiempo me di cuenta que necesitaba todo eso para liberar la gigantesca reserva de energía acumulada que había en mi interior.
Exteriormente parezco más tranquila y relajada de lo que soy. Era parte de mi propósito de vida enfrentar pasiones intensas y bullentes emociones y, por si fuera poco, lograr el dominio de mi misma.
A veces hay un halo misterioso que envuelve a mi naturaleza, por demás compleja e insondable, pero la vida me demostró de muchas maneras que debía alinearme para poder lograr lo que quería y también aquello que el universo me tenía reservado.
Me llevó a tener confianza en mi destino y tuve que recorrer muchos kilómetros para aproximarme a él. La mayoría de las veces sin la protección familiar, porque, por extraño que parezca, el sendero tienes que transitarlo en solitario.
Es la oportunidad que tenemos de conquistarnos, de amarnos, de subir nuestra vibración, de encontrar nuestro camino, la verdad de nuestro ser, de comprender las cosas que vivimos, de analizarlas para ver lo que hay que cambiar.
Y lo creo así porque la vida me llevó a cruzar caminos complejos para enfrentar quien soy, para mostrarme las capas del ego, y también para hacerme entender que no necesito cargar con el peso de los demás todo el tiempo.
Ser diferente da miedo, cambiar los paradigmas ni se diga, pero hoy trabajo desde mi verdad interior y mantengo la mente tranquila y serena para escuchar la orientación divina y luego seguirla.
Ese viaje en busca del color y la luz, te hace venir de vuelta con muchas bendiciones para contar.
No importa si las carencias y las restricciones formaron parte del trayecto. Tampoco si hubo pensamientos limitantes y visiones estrechas en un momento de la vida. Todo está ahí para recordarte que la subida está hecha de peldaños.
Desde donde me toque estar, busco tener satisfacción interior, romper karmas generacionales y así sanar los descalabros de mi linaje. También superar las durezas, encontrar solidez material y crear mi propia historia, alejada del mandato familiar.
Estoy agradecida de haber podido integrar los saberes del mundo, de poder llegar al conocimiento desde diferentes ópticas, de los aprendizajes enviados y de ser feliz con ser, porque todo lo que hago me hace única.
Hay una frase con la que me he quedado por siempre porque le da sentido y autenticidad a la vida de una poderosa manera. Este mundo no necesita que cambies quien eres, necesita que seas quien eres.
La vida de cada uno es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero.
Cumplir tus sueños de ser una viajera incansable, recorriendo el mundo por lugares grandiosos llenos de historias y bellezas naturales, ha sido una de tus grandes bendiciones ,q te ha llevado al camino para crear tu propia historia d vida. Gracias por compartirnos tan bonitos momentos ,a través, de tus interesantes y siempre bien redactadas historias .
hermoso tus vivencias amiga gracias por ilustrarnos y compartir con nosotros esto tan bonito dios te bendiga siempre
Mi vida que te puedo decir como siempre , escribes con el alma y nos enseñas tantas cosas que como cada semana, estoy ansiosa de que llegue el jueves para seguir deleitandome con todo lo escribes simplemente hermoso.